Ya han pasado tres años desde el terrible incidente con el Indominus Rex, el suceso que obligó a Jurassic World a cerrar sus puertas al público permanentemente.
Mientras los políticos tienen un debate sobre si se les debe considerar como animales en peligro de extinción o negarles todo cuidado por ser producto de avances genéticos y no de la naturaleza, Claire (Bryce Dallas Howard) y Owen (Chris Pratt) se alían a Elie Mills (Rafe Spall), el asistente de uno de los viejos colaboradores de Hammond, con el fin de llevarlos a un santuario, o al menos eso les dicen para poder capturar a los dinosaurios que serán usados para otros terribles fines.
Sin duda resultó un filme muy impactante, que sale de la típica historia en la cual los personajes deben salir de la isla y los pone del lado de los dinosaurios, a pesar del riesgo que esto pueda representar, con efectos bien logrados, tomas bellísimas, un mensaje ambiental bien logrado y momentos de suspenso que te dejarán al borde del asiento, logra dar al público varias emociones, consiguiendo incluso ponerme en mayor tensión que varias de las películas del género de terror de los últimos años.
Por éstas razones y por la forma en que esta nueva entrega se desarrolla y culmina, definitivamente se convierte en una recomendación de Cinema Flou para el público.
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