Cinta olvidada: The Road to El Dorado, El Camino hacia El Dorado, La Ruta hacia El Dorado (2000)

El 12 de octubre de 1994, tres grandes mentes, Steven Spielberg, Jeffrey Katzenberg y David Geffen, se juntaron y fundaron un nuevo estudio que tenía como fin crear un espacio en el que la gente más talentosa y creativa de Hollywood pudiera tener control absoluto sobre sus proyectos, sin necesidad de complacer a altos ejecutivos y sus demandas que suelen obstruir al artista en su proceso creativo.

Bajo el nombre de Dreamworks, la compañía se dispuso a trabajar en grandes proyectos, produciendo los filmes de Amistad (1997), Un ratoncito duro de cazar (1997), El pacificador (1997), Deep Impact (1997), Paulie (1998), Salvando al soldado Ryan (1998) y Pequeños Guerreros (1998), mientras que durante el año 1998, también estrenó sus primeras dos películas animadas, una hecha con animación por computadora llamada AntZ: HormiguitaZ (la cual causó diversos escándalos por ser similar a Bichos estrenada en el mismo año por el estudio PIXAR) y otra con animación tradicional titulada El Príncipe de Egipto.

En el año 2000, lanzó tres nuevas películas animadas, llamadas José El rey de los sueños, Pollitos en Fuga y, el tema de hoy, El Camino hacia El Dorado.

La película narra las aventuras de Miguel y Tulio (Tulio y Miguel), dos españoles estafadores que terminan en una de las naves de Hernán Cortés como polizones, pero son descubiertos y sentenciados al calabozo del barco. Con la ayuda de Altivo, el caballo de Cortés, logran huir en uno de los botes salvavidas, quedando varados en el mar durante varios días hasta que llegan a tierra firme, a un lugar llamado El Dorado, la mítica ciudad de oro, cuyos habitantes los creen dioses que vienen a iniciar la Era del Jaguar.

Ahí conocen al jefe Tanabok, al sacerdote Tzekel-Kan y a Chel, una mujer que descubre que los extranjeros no son dioses.

Juntos, los tres (cuatro, si cuentan al caballo), planean irse de ahí con tanto oro como les sea posible, pero Miguel empieza a agradarle su vida como parte de la población del Dorado y decide quedarse, dejando a Tulio a su suerte.

Cuando el sacerdote descubre la verdad de su mortalidad, hará lo que sea para acabar con los falsos dioses, desde controlar a un enorme jaguar de piedra hasta guiar a Cortés hasta la ciudad.

Miguel cambia de parecer, ayuda de último momento a Tulio y juntos escapan de la ciudad sellando la entrada para que nadie la descubra, terminando la película con nuestros héroes corriendo detrás de Altivo y Chel hacia nuevas aventuras.

La película se trata de la primer cinta de Dreamworks de animación tradicional en no incluir ninguna historia perteneciente a la Biblia.

La dirección de la cinta estuvo a cargo de Eric Bibo Bergeron y de Don Paul, mientras que la música fue conducida por el equipo ganador del óscar por El Rey León (1994), Hans Zimmer, Elton John, y Tim Rice, contando con seis canciones originales, El Dorado, Una Senda Abriré, Que duro es ser un Dios, Te amo, Por siempre tu amistad y Someday out of the Blue, que en la versión latina fueron entonadas por Mijares, Demian Bichir y Aleks Syntek, siendo estos últimos dos los que dieron las voces a Tulio y Miguel, respectivamente.

La crítica no la recibió muy bien, calificandola con un 6.9 en el sitio IMDb y un 48% en Rotten Tomatoes, a pesar de tener un 64% en el Audience score.

Además, se trató de un fracaso en taquilla, pues su presupuesto fue de 95 millones de dólares, mientras que su recaudación fue de tan solo 75 millones.

A pesar de ello, en 2001 ganó un premio de la BFCA a mejor música.

Sinceramente y basándome en mi opinión personal, no entiendo la razón de la poca suerte que tuvo esta cinta, teniendo en cuenta los elementos básicos y al equipo que se encontraba detrás del filme.

La historia es entretenida, la relación entre los personajes evoluciona de una manera muy correcta, el ambiente es cautivador, el humor utilizado es muy bueno y sin necesidad del humor de excusado, tan comúnmente utilizado hoy en día, y la música es muy hermosa. A pesar de todo esto, parece que el público general decidió que no valía la pena la historia de estos dos españoles, y con ello los condenó al fracaso y, posteriormente, al olvido.

Yo sería capaz de defender a este filme a capa y espada, pues yo tengo muy buenos recuerdos compartidos con mi primo, donde siendo pequeños niños jugábamos a ser Miguel y Tulio (Tulio y Miguel), escapando de marinos a los que habíamos estafado en España o corriendo por la jungla en busca de la mítica ciudad dorada, incluso ahora, a poco más de 18 años de haberse estrenado, sigo entonando las canciones mientras veo la película, o recitando los diálogos que tengo memorizados, dividiéndolos con mi primo cuando viene de visita y se nos ocurre volver a visitar aquel paraje de oro, escondido en el corazón de el extenso verde de la jungla.

Es por ello que siempre recomiendo esta película, pues la experiencia fílmica que tuve gracias a éste viaje desde España hasta las riquezas del Nuevo Mundo jamás se basó en la calificación de la crítica y menos en la recaudación que había logrado.

Así que, si sigues mi recomendación, ten por seguro un momento entretenido, a través de una senda que abrí hace años y que hoy comparto contigo, querido lector.